miércoles, 25 de marzo de 2009





Datos sobre la Bella Imagen del Señor de Esquipulas
El trabajo de los misioneros en estas tierras del oriente fue dando poco a poco su fruto, luego de tantos esfuerzos fue creciendo la cristiandad, aumentaron los bautismos y el amor a la nueva religión. Por esos años los habitantes del lugar decidieron mandar a esculpir una imagen de Jesús Crucificado de quién tanto les habían hablado sus evangelizadores. En el año 1594 la cosecha de algodón fue muy grande y lograron reunir una buena cantidad de dinero para poder lograr sus deseos de tener una imagen de Jesús.
Los habitantes del lugar le pidieron a sus misioneros que ellos hicieran el trabajo de buscar a algún escultor que les hiciera dicha imagen. Es así como el Provisor del Obispado de Guatemala, Don Cristóbal de Morales hace un contrato con el escultor de origen portugués Quirio Cataño, residente en la Ciudad de Santiago de Guatemala, antigua capital del Reino de Guatemala, quien se compromete a efectuar el trabajo que le ofrecen.
lo largo de la historia han existido diversas teorías sobre el origen de la Bella Imagen del Señor de Esquipulas, todas ellas son falsas ya que hay constancia histórica del documento en el que consta que la imagen del Señor de Esquipulas se mandó a esculpir en el año 1594 y fue entregada por Quirio Cataño el 4 de octubre del mismo año. El documento original estuvo durante muchos años en la Parroquia de Quetzaltepeque, entre los libros parroquiales, hasta que en una visita pastoral el Ilmo. Señor Obispo de Guatemala y de la Verapaz Don Fray Andrés de las Navas mandó se sacara una copia del contrato original que se encontraba muy maltratado.
Juarros y Montúfar, Domingo: Compendio de la Historia de la Ciudad de Guatemala , Vol. XXXIII Biblioteca
Goathemala de la Academia de Geografía e Historia de Guatemala. Guatemala 2000. pag. 431
El siguiente es el texto del contrato efectuado entre el Provisor y Vicario General del Obispado de Guatemala y el escultor Quirio Cataño:
En la Ciudad de Santiago de Guatemala, a los veintinueve días del mes de agosto del año mil quinientos noventa y cuatro, Cristóbal de Morales, Provisor de este Obispado, concertó con Quirio Cataño, oficial de escultor, que haga para el Pueblo de Esquipulas un Crucifijo de vara y media, muy bien acabado y perfeccionado, que lo debe dar acabado el día de San Francisco, primero que viene, y se han de dar por él cien tostones de cuatro reales de plata cada uno; y para en cuenta de los dichos cien tostones confesó haber recibido adelantados cincuenta tostones de los cuales recibió realmente y el se obligó a cumplirlo, y para ello obligó su persona y bienes y lo firmó de su nombre y el dicho Provisor. –Cristóbal de Morales - Quirio Cataño.






El Santuario del Señor de Esquipulas
Con el paso de los años las peregrinaciones o “romerías” al Señor de Esquipulas fueron creciendo en número y la pequeña ermita no se daba alcance para atender las necesidades de los peregrinos. Fue Monseñor Pedro Pardo de Figueroa, quien luego de su nombramiento como Obispo de Guatemala decidió mandar a construir un templo más grande.
Fray Pedro Pardo de Figueroa encomendó la obra de Construcción del nuevo Templo de Esquipulas a Felipe José de Porres, hijo de Diego y nieto de José de Porres, célebres arquitectos antigüeños.
Luego de la muerte de Fray Pedro Pardo de Figueroa es elegido para la Sede Arzobispal de Guatemala Mons. Francisco de Figueredo y Victoria, el cual con el mismo amor continuó apoyando los trabajos de construcción del Templo de Esquipulas. Al llegar el fin del año 1758 los trabajos se concluyeron y se fijó la fecha de bendición y dedicación del nuevo Templo para el mes de Enero de 1759.
Por encontrarse con quebrantos de salud el Señor Arzobispo Francisco de Figueredo y Victoria le pidió a los Señores Obispos de Chiapas y Comayagua que en su nombre fuera solemnemente bendecido el Templo de Esquipulas. Ibidem.
El día 4 de enero el Ilustrísimo Sr. Dr. Don Diego Rodríguez de Rivas y Velasco, obispo de Comayagua Honduras, aún estando delicado de salud, procedió a la celebración de los ritos de Bendición del Nuevo Templo del Señor de Esquipulas en compañía del Ilmo. y Rvmo. Sr. Mro. Don Fray de José de Montezuma, Obispo de Ciudad Real, Chiapas y del clero que se dio cita para esa ocasión. Estuvo presente también el Muy Ilustre Señor don Alonzo de Arcos y Moreno, Presidente de la Real Audiencia de la Ciudad de Guatemala, Gobernador y Capital General del Reino.
El día sábado 6 de enero se efectuó el traslado de la Imagen del Señor de Esquipulas a su nuevo Templo. Se organizó la procesión y en el itinerario los sacerdotes de Camotán, Tejutla, Jutiapa y Mita elaboraron preciosos altares para recibir las bendiciones del Señor a su paso. Ese día hubo Misa Solemne y Sermón Panegírico por la mañana y moral por la tarde, para cuyo efecto se invitaron a predicadores de la Ciudad de Guatemala. La concurrencia de devotos era muy grande, al igual que durante todo el novenario.
Las festividades concluyeron el día 18 con el traslado de los restos mortales de Fray Pedro Pardo de Figueroa de la Iglesia Parroquial hacia el Nuevo Templo donde fueron sepultados en medio de la admiración, devoción y gratitud de los allí presentes hacia el Arzobispo que les había mandado a construir magnífico templo y que desde ese momento yacería a los pies del Santo Cristo de Esquipulas



La Basílica del Señor de Esquipulas
Con el paso de los años y con los avances de los medios de transporte y comunicación el número de peregrinos ha ido en un aumento creciente y por consiguiente la devoción al Señor de Esquipulas ha atravesado las fronteras patrias hasta hacer de Esquipulas la “Capital Centroamericana de la Fe ” .
En el año 1956 el Papa Pío XII erigió la Prelatura Nullius del Santo Cristo de Esquipulas. Esta Prelatura estaría conformada por el Municipio de Esquipulas y tendría como sede Catedralicia el Santuario de Esquipulas. El Papa también nombró como Primer Prelado de Esquipulas al Señor Arzobispo de Guatemala Mariano Rossell y Arellano, oriundo de Esquipulas. Una de las primeras preocupaciones del nuevo Prelado fue la búsqueda de una comunidad de religiosos que se hicieran cargo de la atención pastoral del Santuario. Luego de muchas iniciativas fallidas logró encontrar un fuerte apoyo en la Abadía Benedictina de San José en Lousiana, USA. El Domingo de Ramos de 1959 llegaron los tres primeros monjes benedictinos a Esquipulas para secundar los deseos de Monseñor Rossell y comenzar así la fundación del Monasterio Benedictino de Esquipulas que el día de hoy se ha convertido en una floreciente Abadía que atiende las necesidades espirituales de los peregrinos del Santuario y la atención pastoral a los fieles de las seis parroquias de la Prelatura.
Tomando en consideración muchos aspectos religiosos, culturales e históricos el Beato Papa Juan XXIII tomando en cuenta la petición realizada Monseñor Rossell elevó el Santuario de Esquipulas al rango de “Basílica Menor” en el año 1961.



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